Roberto Arlt

Mi madre se siente orgullosa de lo que yo no quiero no ser. Así me lo dijo él.

Libros que me me cambiaron para bien. Cuento de hadas Nueva Yord, de Don Leavy. Y para mal ningunp.

Claro que sirven. Todo sirve siempre y cuando quien lo haga ponga todo su ser en ello.

El origen de la novela no es tan así, pero hay diarios de mi madre que yo me llevé a la Beca de Berlín y use para la novela. Por ejemplo, toda la historia de Pablo en el hospital fue un caso real y está en el diario de mi madre, diario que lleva desde el día de mi nacimiento. Diario en el cual dice que ese sueño es que yo alguna vez escriba sobre ello. Sueño cumplido, eso parece.

A la lectura entré por la biblioteca laica de un cura de mi infancia. obligado a servir de monaguillo me dediqué a simular que leía la biblia habiendo arrancado la tapa de una gran biblia y metiendo adentro libros de Onetti, Hemingway Faulkner, Stevenson, etc El cura se dio cuenta pero nunca dijo nada.

Creo que la literatura es el ejercicio de una libertad sobre otra libertad y por, supuesto, ese ejercicio implica una obligación moral. Cualquier duda Julia, leé a Unamuno.

Es una lectura excelente. Es realmente la mirada desde la ternura.
Es una confesión que incluye el ajuste de cuentas con uno mismo y da como resultado un exorcismo. Hilario, le felicito por su lectura tan estupenda.

Sí, mi madre ha leído el libro y lo anda regalando por las misas, diciendo "este es mi libro". Creo que este tipo de literatura si fue escrita con amor y respeto no tiene que temer los riesgos de la lectura familiar. Diga lo que uno diga en ella.
En cinco minutos... es un ramo de flores que yo le di a mi madre y que nunca se va a marchitar, supongo. Y espero.

Creo que puede ser. Me pasa que diferentes personas me dicen que diferentes libros son mi mejor libro, por lo tanto está bueno que opines así. Lo que sí que te puedo decir es que hay un trabajo enorme: el salir de mí y escribir desde una mujer de sesenta años no ha sido fácil. Yo sé que hay un fuerte trabajo del lenguaje y de la construcción del personaje en este libro.

Cualquiera de los tres libros es el mejor modo de empezar a leerme y también puede ser el peor. Eso va a depender de lo que opines cuando termines de leerme. Pero sería para mí para que empieces y luego me digas qué te pareció.

El Desbarrancadero, de Fernando Vallejo. Cuentos de Hadas en Nueva York. El cazador oculto, de Salinger Los siete locos, de Roberto Arlt. Y los relatos completos de Carver y John Cheever.

La ficción puede aspirar a cualquier cosa. El que tiene que dejar de aspirar es el autor. Siempre y cuando tenga una motivación clara y contundente está bien, porque en la motivación está el verdadero valor de la obra de arte.

No, un poco y un poco. Hay una idea general, pero que poco tiene que ver luego con la forma final a diferencia de los cuentos o relatos que sí me llegan completos. Por eso prefiero ser novelista porque es más flexible y se notan menos las falencias.

Te voy a responder con un fragmento de la Ley de la ferocidad: "el hombre que lo vive no es el hombre que lo escribe, pero va a comenzar a transformarse en él cuando empiece a escribir, por el hecho de escribir".
La ley de la ferocidad es un libro que habla de la transformación que causó en mí la escritura.
Te recomiendo leer a María Zambrano.

tengo dos libros de cuentos. Aunque dicen que los lectores españoles no leen cuentos yo no me lo creo. Y tengo una novela juvenil que se llama El sueño de los murciélagos" (todos mis títulos tienen cinco palabras). Tal vez con esta pregunta y esta respuesta el señor Malcolm Barral se decida a publicar mis relatos.
Ahora estoy por publicar en Argentina un libro que se llama Hasta que puedas quererte solo, son crónicas de adictos y alcohólicos. Estoy tomando la precaución de que cada contrato que firmo dejo el espacio para Malpaso ya que es mi editorial preferida.

Mucha gente me esta reclamando ese libro y hasta ahora no tuve voluntad o huevos (cojones) para encararlo.

Creo que es la novela que une o que contiene a las otras dos novelas, por eso hay historias vueltas a contar que han sido contadas desde el punto de vista del nino (El origen de la tristeza) y del adulto (La ley de la ferocidad) que aquí se en desde el punto de vista de la madre
María es el punto de vista de la ternura y la ternura abarca a la pérdida (El origen de la tristeza) y a la ferocidad (La ley de la ferocidad).

Una íntima y profunda relación: la misma que guarda mi vida con San Agustín.

Gracias a vos. Me costó lo suficiente, creo que más a mi madre le costó el parto, así que todavía me quedo debiendo (pesé cinco kilos doscientos al nacer y mi madre es muy pequeñita)

Aprendí que nunca se puede llegar a ser lo suficiente buen hijo. Y que la inconsciencia y la vertiginosidad de la vida de un adolescente puede acarrear muchos daños colaterales a la persona que uno más ama, que es su madre. Aprendí a tener cuidado, un poco más de cuidado.

De muchos. Más allá de los ya nombrado: Heker, Castillo, Isidoro Blainstein, Haroldo Conti y muchos más. Hay una larga lista de escritores...
Me siento no deudor sino con la presión y la responsabilidad de pertenecer a una tradición literaria de mucha calidad.

Dinero no recibí de ellos. Pero hablando en serio, no hay una influencia directa, porque además eso seria terrible. La única manera seria escribir como ellos. Y es que son autores muy particulares a los cuales es muy peligroso acercarse. Sin embargo, han influenciado y cambiado mi vida en distintos momentos y, de esta manera, si cambió mi vida, cambió mi escritura. Pero más Borges que Córtazar.

Es un recurso muy difícil exactamente por lo que Vd dice, porque con mucha facilidad uno podría caer en el lugar común y volver a la novela egocéntrica. El secreto para no caer en el egocentrismo es el tono confesional. Escribir la novela con el método de búsqueda de los nombres propios que le corresponden a cada conflicto.
La aventura seria la siguiente: no buscar el mal sino buscar el mal que hay en la propio búsqueda.

No es así para nada. Acá lo único que se abrió es la importación. Las cosas antes llegaba, con dificultad, pero llegaban. Siempre hay problemas menores en las soluciones mayores. Ahora se abrió la frontera a la importación, pero se cerró a los inmigrantes latinos. Se cerró la frontera a la industria nacional y al bife con ensalada porque aumentó todo al doble.
Este es un pueblo amante de los libros, pero los niños mal alimentados difícilmente van a poder sostener un libro en sus manos.
Erradiquemos la derecha del mundo, por favor.

Creo que lo sacro y lo mágico son dos aspectos que sí o sí tiene que tener la literatura y, por supuesto, es el vinculo que busco establecer con mis lectoras. La literatura, hasta que no se lee, es una cosa muerta. Solo sucede el hecho estético cuando el lector abre el libro y comienza a leer.

Bueno, le dediqué todo un libro de cuentos, que publiqué en 2012 y que se llama El camino de la luna.
Supongo que este año no voy a escribir sobre él, veremos más adelante si escribo la novela desde el punto de vista del padre, aunque por ahora no puedo imaginar ni como se llama.