Pues claro; va a ser lo primero que escriba cuando acabe el follón del premio Planeta. La echo de menos.

Siempre, siempre la realidad es más bestia que la ficción. El ser humano sorprende siempre, tanto por lo bueno como por lo malo.

No, no me haría una ilsuión especial. Ya he pasado por esa experiencia cuando adaptaron la serie de Petra Delicado a la tele. Tendría que ser algo muy espectacular para que me hiciera ilusió.

Se siente un tutu del demonio. Siempre te da la impresión de que el tiempo ha pasado demasiado deprisa y de que te has convertido en una persona mayor sin darte cuenta, como a traición.

Dinero, más lectores y... mucho follón, aunque creo que pronto volveré a mi vida normal.

Yo no soy famosa. Ser famoso es que la gente te reconozca por la calle; y a mi, afortunadamente, no me reconoce ni dios.

Quería que una mujer fuera protagonista absoluta de un libro de crímenes. Siempre las había visto como ayudantes de alguien, como víctimas, como simples figuras secundarias. Petra es una policía que está en el centro de la historia, que manda, que toma decisiones y comete errores. No es maravillosa, pero está en el centro, y eso es lo que yo deseaba: protagonismo femenino.

¡Uf!, muchos. Me gusta la generación de judíos norteamericanos ya prácticamente desaparecida: Bellow, Malamud, Henry Roth, Philip Roth... En novela negra me gusta mucho la mediterránea: el griego Markaris, el italiano Camillieri y, por supuesto un montón de autores españoles.

¡Eso era antes, muchacho! Ahora está de moda y hay un montón de nuevos autores que hacen novela negra. Incluso algunos autores que habían renegado del género, considerándolo menor, ahora meten uno o dos cadáveres en sus novelas. Espero que no sea una moda pasajera y que nos pongamos a nivel internacional. Ha sido un placer contestarte.